Sobre la Obra de Arte Total

Por Jose Eduardo Guerra. @joseduardguerra

Recuerdo que de todos los tomos de la Enciclopedia Temática Visual que había en casa allá por 1997, el que más me gustaba leer y releer era el de Arte (especialmente el apartado de arquitectura). Por esa época dibujé, en una hoja tamaño carta, una fachada de algo que parecía un edificio, lo hice de abajo hacia arriba: primero un basamento como de pirámide egipcia, luego unas escalinatas de zigurat adornadas con grecas precolombinas llevaban a un primer nivel delimitado con columnas clásicas (dóricas, jónicas, corintias y mixtas), un segundo nivel tenía arcos de medio punto característicos del estilo románico y su parte superior estaba adornada con almenas medievales, un tercer nivel tenía ventanas con arcos apuntados, arbotantes, pináculos y gárgolas góticas, el cuarto nivel me tomó mucho tiempo porque detallé mucho las cariátides, las pilastras y las columnas estípites y salomónicas que componían el estilo barroco, por arriba de este nivel dibujé una cornisa neoclásica decimonónica.

Y llegó la modernidad (la enciclopedia presentaba a la modernidad como la cúspide del arte), los pisos del quinto al décimo eran todos de cristal y, en la azotea, coronando todo el conjunto, estaba una de las chimeneas de la Ville Radieuse de Marsella, parecía una antorcha, pero el fuego era nada menos que La mano abierta de Chandigarh (como símbolo de libertad). Más que edificio, aquello parecía un gran pastel de bodas o de XV años. Afortunadamente, el dibujo se perdió. ¿Lo volvería a dibujar? No creo. Ya no tengo la inocencia del 97 y ahora sé que no existen las obras de arte total o “apoteósicas”; existen realidades, épocas y circunstancias que han llevado al arte a ser lo que ha sido a lo largo de su Historia. La modernidad de hoy podría llegar a ser la tradición de mañana.

El trabajo del artista no debería ser la búsqueda de un “estilo”; éste surge de su relación individual o colectiva (si trabaja en equipo) con su realidad, su época y sus circunstancias. El trabajo del artista debería ser entender estos tres aspectos; además de conocerse y encontrarse dentro de ellos.

Imagen: MIRIORAMA

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