Paseo por Los recuerdos del porvenir

Por Jose Eduardo Guerra D. @joseduardguerra

“…inhóspito pero no enemigo,

adverso a su naturaleza

mas profundamente afín a su realidad.”

(Pier Paolo Pasolini, Teorema)

Hacer literatura implica potenciar la expresividad del lenguaje escrito, buscar que las palabras y frases de un texto se enriquezcan de significados, es también desvanecer la certidumbre, retar a la razón, detonar la sensibilidad y experimentar con el idioma para invitar a alguien más a re-crear un mundo que se desenvuelva entre la ficción y la realidad.

Los recuerdos del porvenir, novela de la escritora mexicana Elena Garro, reúne las cualidades de una obra literaria de gran calidad expresiva: en este libro destaca lo poético por encima de lo narrativo, se podría afirmar que el relato es, más bien, un pre-texto de algo que subyace y acecha al lector entre líneas; aquí lo subjetivo intenta descolocar y retar a quien se adentra en estas páginas, persuadiéndolo para que se forme una interpretación muy propia y genuina.

El libro podría parecer sinuoso por todo lo que este particular viaje literario requiere del lector, sin embargo, la ficción está profundamente iluminada por la realidad; ésta resuena con ímpetu en la narración y es reconocible en toda la trama. Aquí lo común se asocia con lo no convencional; esta mancuerna hace que la autora logre crear un texto donde los conceptos clave de su discurso se re-significan y se enriquecen al mezclarse con otros con los que ordinariamente no tendrían relación: recuerdos del porvenir, memoria no vivida, tiempo petrificado, etc.

La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca es una obra cuyo tema central recobra vida con mucha frecuencia en el arte o en la literatura universal, esta resurrección es ejemplar en Los recuerdos del porvenir: el sueño de alguien muy despierto o el revelador despertar de quien ha soñado por largo tiempo se entremezcla en el libro de Elena Garro con la historia de un lugar inexistente pero reconocible en el mundo real. A los vasos comunicantes establecidos entre soñar y despertar se puede agregar que, aderezando este recorrido literario con sensibilidad y apertura a la sorpresa, se puede salir de sus páginas habiendo re-conocido y re-pensado la propia realidad, es decir, el breve espacio de tiempo donde todo lo pasado se une con el porvenir.

En esta travesía los lugares, las calles, las paredes y las piedras adquieren voz y personalidad para narrarnos una historia desde alguna época que toca al lector descubrir. Para esta autora siempre es más importante el cómo se cuenta el relato que los hechos en sí mismos; una de las apuestas más sobresalientes del libro la hace su narrador ya que este se disuelve entre el Yo y el Nosotros, esta audacia en la redacción hace que en esta novela soplen vientos de aquella Fuenteovejuna de Félix Lope de Vega. Además, la presencia de un personaje quijotesco muy sólido y bien plantado en la trama, digno homenaje al Caballero de la Triste Figura, logra que en esta composición histórica, narrativa y poética confluyan la mejor tradición literaria hispánica, la innovación del realismo mágico latinoamericano y la singular personalidad creativa de su autora.

Es en las primeras páginas de este viaje donde ocurre el difícil encuentro del lector con un universo sujeto a sus propias reglas y donde también tocará al viajero decidir si bajará o no la guardia de la lógica y la razón para ser, casi todo el tiempo, su propio conductor en la travesía. La libertad y la confianza que la escritora otorga a sus lectores hacen de ésta una novela excepcional, profunda, compleja, con múltiples facetas e interpretaciones, dinámica y, por lo tanto, muy humana.

El hilo conductor de este libro es una narración escrupulosa, cargada de las emociones requeridas para visitar recuerdos (nostalgia, añoranza o melancolía), en la que se juega con la percepción de la realidad, los lugares o el tiempo y en donde el viajero conocerá, por experiencia propia, una forma de mirar el mundo a través del cristal de lo poético. También, en algún punto del viaje, el lector advertirá que la frontera entre lo imaginado y lo sucedido (a sí mismo y a los personajes) se desvanece en atmósferas moldeadas por una especie de código literario que deja entrever la intención de comunicar algo que va más allá de contar un relato, es decir, un discurso que tiende a ser descifrable y a adquirir sentido mientras más se le deja aproximarse a nuestra esencia humana.

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TESTIMONIOS, MEMORIAS Y LLUVIAS

“…el Mundo iluminado y yo despierta.”

(Sor Juana Inés de la Cruz, Primero Sueño)

“…yo prefiero la seguridad de mi sueño.”

(Intronautas, Sueño n.° 7)

La biblioteca inexistente

En esta travesía creo haber visto algo así como un gran Archivo de las Posibilidades, en él había estantes que contenían libros que aún no existían o, si existían, estaban fuera del alcance del tiempo y la realidad en la que me encontraba… todos tenían las páginas en blanco, ninguno tenía autor, muchos carecían de título pero otros tantos lo tenían muy claro en el lomo y en la cubierta. La conciencia de que el tiempo disolvería algún día mi memoria hizo que, sin pensarlo, tomara nota de todos aquellos títulos que sí podía leer. Quiero imaginar que la siguiente lista es un testimonio fiel de que lo que vi, aunque ya no es real, en algún momento sí lo fue:

Aquí estoy * Ser memoria * Recipientes para almacenar recuerdos * Frente a la luz de la ilusión * Geografías oníricas * El orden aleatorio de las cosas * Crónica de una vida fuera del tiempo * Manual para imaginar lo inexistente * El recuerdo de uno mismo * Ser sin futuro * El paso trascendental de lo imaginado a lo sucedido * El día del recuerdo * Tiempo intacto * Historia de la historia del tiempo * Antología de memorias no vividas * Tratado sobre la irrealidad del tiempo * Meditaciones autoalusivas * Teoría de la realidad alterable * Mediciones de recuerdos y distancias * De razón e imaginación * Un mundo opaco * El regreso hacia la muerte * Puertas y ventanas del tiempo * Librepensar y libresentir * Estudio sobre la iterancia del tiempo y su inercia * Memorias de horas fugadas * La época de los milagros abolidos * Cómo convertir una novela en poema * El porvenir ayer, hoy y mañana * Crónicas del fin de la Historia * El espejismo de la eternidad * Tiempo quieto, tiempo trágico * Sobre vivir en un tiempo suspendido * Significado y sentido del lenguaje * Sucumbir en el sueño del Poder * La lengua asesina * Conversaciones y diálogos moribundos * Método para expiar la noche * Las condenas del vivir * Microhistorias que nos dieron patria * ¿De qué está hecha la justicia? * Manual para historiadores que esculpen en mármol * Frases brillantes rodando por el suelo * Hechos vaciados de sentido * Proverbios sobre la dicha ajena * Días de papel y de lágrimas * Portales y ventanales para mirar los días * La maldición de la memoria * La ciencia del porvenir * Tratado sobre el pasado no sucedido * Danos hoy nuestra irrealidad de cada día * La voz que anunciaba lo secreto * Lugares hechos de palabras * Las bellezas sin horas * Un tiempo inalterable * Álbum de rostros desaparecidos * Palabras sin eco * Sobre la renuncia a la ilusión * El aire incendiado de los árboles humeantes * Un mundo entero y sus variedades infinitas * El canibalismo de los días * La nostalgia es una droga * Remedios para no querer * Puntos de partida para viajes circulares * Relatar es un pretexto * Naderías e insignificancias * Los relatos detrás de un muro * Tiempos silenciados * El destino escapista * Lo que hay que saber sobre la ignorancia * El olvido como voluntad anticipada * Metamorfosis en mitad de las llamas * Luces, sombras y otras intersecciones * Un sueño redondo y negro * El acecho del futuro * Recordar es esperar * Los segundos cayendo y la sangre huyendo * Historia de lo que nunca sucede * El pueblo de humo * Gritos sin boca * Enemigos invisibles y otros reflejos * Los pasadizos del tiempo * Espejo de piedra * El destierro de la dicha * La traición de los recuerdos * Una lluvia de siglos * Cuerpos sin cuerpo * Desdichas amontonadas * El futuro ya fue inventado * Instrucciones para parecerse a la noche * Envejecer es un drama y también una comedia * Casas y cosas que se esfuman * Arqueología de las civilizaciones futuras * Teorema de la muerte y la desmemoria * Aquella intolerable ausencia * Acariciando el aire * La tristeza en un paraíso * Recuerdos de lo que nunca fue * Podemos adivinar el futuro * Los días desconocidos * Estudio sobre lo flexible y lo orgánico del lenguaje * Testimonios, memorias y lluvias * El mundo en una tarjeta postal * Después de este día no esperes nada * Cada quien sus laberintos * La arquitectura de los instantes * Dichas y desdichas encadenadas * Lascas poéticas * Por los siglos de los siglos

El glosario inacabado

Era consciente de que la razón y la intuición, al confluir, me hacían ver una realidad más nítida. Por un lado estaba lo que conocía, las palabras que siempre había ligado a ideas fijas, inamovibles… sólidas; por el otro, tenía el presentimiento de que había otras maneras de concebir el mundo y representarlo. En un intento por atrapar en papel esta experiencia, hice una especie de catálogo donde acomodé los conceptos e ideas que aparecían a medida que la travesía avanzaba, unos se presentaban por el lado de la razón, otros por el lado de la intuición… cuando vi que las fronteras entre razón e intuición comenzaban a hacerse difusas supe que este proyecto no iba a ser concluyente ni concluido.

memoria no vivida	ilusión
historia del tiempo
leer en el tiempo	historiar
	pasado(s)
	presente(s)
	futuro(s)
revivir	recordar
atrapapalabras	diccionario
olvidar
imágenes del futuro	deseos
tiempo anecdótico
tiempo vivo
tiempo inmóvil	tiempo sin progreso ni desarrollo
hechizar	sugerir, persuadir
	suposiciones e intuiciones
recuerdos ajenos
tiempo eterno	añoranza
dimensión sin importancia
mundo ilusorio	lenguaje, palabras, conceptos, ideas
fuera del tiempo
días petrificados	días muertos, rutinarios
recuerdos del porvenir

El itinerario imposible

Intuía que estaba visitando tres territorios a la vez: el de la vida, el de los recuerdos y el de la imaginación; aunque creía tener los pies en el presente, en realidad, mi pasado y mi futuro confluían en el lugar donde yo me encontraba. Me di cuenta de cómo mi vida se había debatido (se debate y se debatirá) entre lo que cambia y lo que permanece tanto fuera como dentro de mí. “¿Y si estuviera viviendo las horas de un futuro inventado?”

Un personaje de la memoria

Podría ser el recuerdo o el reflejo de alguien en busca de sentido, una idea esperando significado, alguien cuyo destino está escrito, un ser en guerra consigo mismo, el pretexto de un autor, un paseante fuera del tiempo, alguien olvidado en el pasado, el soñante de algún futuro, un ser humano sin cuerpo, un arquetipo, alguien atrapado en unas páginas, una imagen, un mensaje, un discurso, una forma de ver el mundo, una manera de vivir, un padre, un niño, un anciano, un pueblo, una voz, un enfoque, un sabio, un demonio, una re-creación, una metáfora, una propuesta, alguien que cuestiona nuestra visión, una ventana, una puerta, alguien de papel, de luz y de sombras, alguien complejo, una dicotomía, un dilema, una tragedia o una comedia, alguien que deambula por la conciencia, una intención, una pantomima, un manifiesto, un tono, alguien que se hospeda en el pensamiento, una eterna repetición, una intermitencia, un forastero, una posibilidad, un extranjero que se vuelve familiar, alguien que encarna un ideal, alguien sobre un pedestal o un monumento, también alguien que huye de algo o que va en su búsqueda, alguien con defectos y prejuicios, el fragmento de alguna persona, un enemigo o un cómplice, un asesino o un héroe, un catalizador, alguien que gana y que pierde, un revolucionario, un capricho o un rencor viviente, una máscara, alguien con ansias de poseer algo, un punto de partida hacia un fin, un amasijo de emociones y decisiones, también un modo de representar ideas, alguien que interactúa con nosotros, puede ser un loco muy cuerdo, un reto o un obstáculo, un acertijo a descifrar, la encarnación ficticia de un propósito real y también la historia de un lugar tomando personalidad. Podría ser una idea que colisiona con otras ideas, un disfraz, alguien que paga la ilusión de la existencia por el precio de una vida imaginada, una contradicción y un absurdo, una fuerza del pasado y, al mismo tiempo, la imaginación de un porvenir que tiende a la realidad sin llegar nunca a tocarla.

El testigo insobornable de la historia

Un panorama, un escenario, la consecuencia o la expresión del paso del tiempo, el origen y el espacio de los acontecimientos, el marco de los relatos, un sitio que tiene algo que contar, el asiento de las tradiciones (el pasado) y sus posibilidades (el futuro), el hogar de la naturaleza humana, la construcción de un universo en continuo proceso, un contenedor de incuantificables probabilidades esperando ser develadas, una manera de habitar el mundo, una voluntad de ordenar la realidad, el entorno donde dejamos de ser lo que hemos sido para buscar lo que seremos y, por lo tanto, un territorio de interacciones, encuentros y desencuentros… un lugar es un testigo.

Breve retrato de Elena Garro

Se vislumbra a un autor entre las líneas de sus obras porque su esencia se expresa en ellas. La desesperanza provocadora era lo que caracterizaba a las letras de Elena Garro, por su literatura pasean la nostalgia y la añoranza de un porvenir que nunca llega, o que ella misma no concede, para que sea el lector y no el escritor quien complete su obra. A la eterna espera se agrega la aflicción de quien ve caer y perderse las palabras, como lluvia, sobre un montón de piedras; dicha tristeza se expresa en unos renglones brillantes y desoladores de Los recuerdos del porvenir:

«Todo mi esplendor caía en la ignorancia, en un no querer mirarme, en un olvido voluntario. Y mientras tanto mi belleza ilusoria y cambiante se consumía y renacía como una salamandra en mitad de las llamas. En vano cruzaban los jardines nubes de mariposas amarillas: nadie agradecía sus apariciones repentinas.»

                A ella le tocó convivir con algunos personajes de la crema y nata de una sociedad en pleno Milagro Mexicano, cuando decidió vivir y crear desde una postura crítica hacia los prodigios del desarrollo y la historia de bronce, pudo conocer la cara menos amable de las altas esferas del mundo político e intelectual. Fue defenestrada. La complejidad y las contradicciones de su vida enriquecieron mucho su espíritu artístico y su literatura: propositiva, inteligente, profunda, con una visión original de su realidad, comprometida genuinamente con el desarrollo del arte y la sociedad de su tiempo; su prosa reta a la imaginación de los lectores porque confía en ellos, en su universo las metáforas no existen si quedan atrapadas entre las páginas de un libro… alguien debe advertir sus apariciones repentinas para que todo cobre sentido. Un gran valor de su literatura está en la invitación que hace para ver la realidad de un modo panorámico.

Víctima de sus circunstancias pero también de ella misma, perdió al final de su vida el vigor y los motivos para seguir escribiendo, aun así, lo que alcanzó a legar al mundo de las letras se siente genuino porque aporta una visión no convencional de lo que ella misma vivió en carne propia. Una conciencia profunda en torno a la existencia humana hace una aparición súbita en los siguientes renglones:

«Hubiera querido llevarlos a pasear por mi memoria para que vieran a las generaciones ya muertas: nada quedaba de sus lágrimas y duelos. Extraviados en sí mismos ignoraban que, una vida no basta para descubrir los infinitos sabores de la menta, las luces de una noche o la multitud de calores de que están hechos los colores».

Epílogo

Porque siempre hay otras formas de ver lo que nos rodea y porque el ingenio humano es un terreno propicio para detonar visiones alternas, tienen sentido las obras de otras épocas que no pierden resonancia en el presente, tienen sentido también la cultura, la filosofía y la poesía convergiendo e interactuando, de forma implícita o explícita, en todas las manifestaciones estéticas así como en el arte de pensar y dialogar pues, finalmente, estas dimensiones humanas nos conducen a asumir la complejidad y la contradicción de la vida o a reconocer lo insondable y misterioso del mundo.

La literatura humaniza porque otorga la capacidad de viajar en el tiempo y en el espacio hacia otros lugares en los que subyace algún anhelo de libertad, la voluntad de cambiar las circunstancias o el poder de cruzar la realidad como un aerolito para re-crear tiempos desconocidos. La literatura también da voz a épocas y a lugares que no hemos pisado convirtiéndolos en algo más que tinta sobre papel, mediante ella se adquiere conciencia de lo vital que es el lenguaje y del sentido que éste le da a nuestra existencia; por último, es un medio de autoconocimiento porque permite indagar nuestro significado como escritores y lectores de la realidad.